CARACAS, 31 Ago. 08 / 11:40 pm (ACI).- El Obispo de San Cristóbal (Venezuela), Mons. Mario Moronta Rodríguez, recordó que "los discípulos de Jesús, de todos los tiempos, están llamados a identificarse con Aquél a quien siguen", de manera radical y total.
"De allí que el mismo Jesús les pida que cada uno tome su cruz y lo siga. Es decir, que quien quiera seguir al Señor y manifestarse como discípulo ha de identificarse plenamente con su Cruz", precisó el Prelado en una reciente reflexión.
Tras señalar que la propia cruz "no es sino un pedazo de la misma Cruz de Cristo, pero vivida en la existencia personal y propia de cada cual", indicó que es también "el signo de la victoria final" y por eso "a lo largo de la existencia cristiana cada uno, al identificarse con ella, al tomarla sobre sus hombros entrará en el camino de la salvación".
"Frente a tantas tentaciones mundanales, sobre todo las que más nos puedan alejar del Camino que es Jesús, la opción por seguir al Maestro conlleva el asumir la propia cruz", subrayó Mons. Moronta. "Al asumir la propia cruz –agregó– además de identificarse más plenamente con el Señor y así cooperar con Él en la obra de la salvación de la humanidad, podemos expresar nuestra plena comunión e identidad con el Señor".
"De allí que el mismo Jesús les pida que cada uno tome su cruz y lo siga. Es decir, que quien quiera seguir al Señor y manifestarse como discípulo ha de identificarse plenamente con su Cruz", precisó el Prelado en una reciente reflexión.
Tras señalar que la propia cruz "no es sino un pedazo de la misma Cruz de Cristo, pero vivida en la existencia personal y propia de cada cual", indicó que es también "el signo de la victoria final" y por eso "a lo largo de la existencia cristiana cada uno, al identificarse con ella, al tomarla sobre sus hombros entrará en el camino de la salvación".
"Frente a tantas tentaciones mundanales, sobre todo las que más nos puedan alejar del Camino que es Jesús, la opción por seguir al Maestro conlleva el asumir la propia cruz", subrayó Mons. Moronta. "Al asumir la propia cruz –agregó– además de identificarse más plenamente con el Señor y así cooperar con Él en la obra de la salvación de la humanidad, podemos expresar nuestra plena comunión e identidad con el Señor".
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